· Un total de 15 comunidades energéticas forman esta cooperativa, y construirán su propia planta fotovoltaica para generar el 100% de la energía que consumen
· La primera fase para la incorporación a este proyecto estará abierta hasta el próximo 15 de julio
Un grupo de 15 comunidades energéticas han formado una cooperativa, presente en diferentes puntos de la geografía cordobesa, cuyo objetivo es producir y consumir energía propia de manera eficiente y barata. Mediante este plan, impulsado por FAECTA-Córdoba, más de 14.000 familias, pymes y entidades locales de la provincia podrán disfrutar de la cobertura que ofrece esta cooperativa, denominada Consumo Cooperativo. En busca de contribuir a la transición energética de pueblos y ciudades, este modelo de comunidades energéticas cooperativas en Córdoba planea construir la mayor red de plantas fotovoltaicas gestionadas por los propios consumidores.
Y es que, pertenecer a una comunidad energética cooperativa tiene multitud de beneficios. En primer lugar, el más lógico: cada consumidor produce su propia electricidad. Además de ello, esta energía es compartida con otras familias, pymes y entidades municipales. Sin embargo, al pertenecer a esta cooperativa, sus integrantes no tienen que disponer de cubiertas, ni realizar obras, ni encargarse del mantenimiento de las propias placas, ni ampliar el seguro del hogar, ni negociar con las distintas comercializadores. En cambio, Consumo Cooperativo ofrece un método mediante el cual, cada consumidor es consciente de que la cantidad de energía que use se mantendrá a un precio justo y estable, protegiéndose así de los altibajos de un mercado eléctrico cambiante y volátil, tal y como ha explicado Francisco Molina, presidente de FAECTA.
Una comunidad energética se define como una entidad jurídica basada en la participación abierta y voluntaria, autónoma y efectivamente controlada por socios o miembros que están situados en las proximidades de los proyectos de energías renovables que sean propiedad de dicha entidad jurídica. Estos socios o miembros pueden ser personas físicas, pymes o autoridades locales, incluidos los municipios y cuya finalidad primordial es la de proporcionar beneficios medioambientales, económicos o sociales a sus socios o miembros o a las zonas locales donde operan, en lugar de ganancias financieras.
Pese a tener ese plan de construir la mayor red de plantas fotovoltaicas gestionadas por los propios consumidores, Consumo Cooperativo ofrece a sus usuarios la posibilidad de poder gozar de los beneficios de esta cooperativa tan solo una semana después de incorporarse, sin tener que esperar los seis meses que se tardan en construir y poner en marcha una planta fotovoltaica. De esta manera, Francisco Molina ha avanzado un acuerdo con una comercializadora, que “ha puesto a disposición 15 megas de una planta que ellos mismos tienen para que los adheridos estén cubiertos durante ese periodo”.
Con los objetivos antes mencionados, un total de 15 comunidades energéticas cooperativas forman parte de Consumo Cooperativo, y construyen su propia planta fotovoltaica para generar la totalidad de la energía que consuman personas, pymes, así como los organismos que se adhieran a ellas. Así, la planta producirá siempre energía verde, local y sostenible, a un precio justo equivalente al de generación, y estable a largo plazo.
Con los objetivos antes mencionados, un total de 15 comunidades energéticas cooperativas forman parte de Consumo Cooperativo, y construyen su propia planta fotovoltaica para generar la totalidad de la energía que consuman personas, pymes, así como los organismos que se adhieran a ellas. Así, la planta producirá siempre energía verde, local y sostenible, a un precio justo equivalente al de generación, y estable a largo plazo.
Francisco Molina ha explicado que “cuando se entra en la comunidad energética cooperativa, se adquiere una parte de las placas fotovoltaicas de su planta, cuya producción es equivalente al cien por cien del consumo eléctrico de cada familia, pyme o entidad que se adhiere”. Hay un total de 15 comunidades energéticas, que son: Córdoba 1, Córdoba 2, Córdoba 3, Campiña Sur 1, Campiña Sur 2, Lucena 1, Vega Guadalquivir 1, Vega Guadalquivir 2, Guadiato 1, Guadiato 2, Subbética 1, Puente Genil 1, Alto Guadalquivir 1, Alto Guadalquivir 2 y Pedroche 1.
Para convertirse en autoproductor de tu propia energía, hay que estar adscrito a una de las comunidades energéticas cooperativas. En la página web de Consumo Cooperativo están identificadas cada una de las antes mencionadas, divididas en dos plazos de incorporación. Molina ha detallado que “las personas pymes y entidades entran y seleccionan la cooperativa en la que se quieren inscribir. A continuación, tienen que rellenar el formulario con los datos, el mail y la CUP. Una vez completado, el sistema ofrece un informe con el número de placas, la inversión y el ahorro”, añadiendo además que existen diferentes opciones de pago.
Sin embargo, cabe recalcar que no existen cuotas de acceso. Los hogares, pymes y organismos que decidan formar parte de una comunidad energética cooperativa no tendrán que pagar ninguna cuota de mantenimiento. Tan solo se deberá de ingresar un capital social de 10€ y, posteriormente, realizar la aportación que corresponda según el número de placas que le van a dar suministro para su consumo, que será equivalente al porcentaje del coste de construcción de su propia planta fotovoltaica cooperativa.
El primer periodo de incorporación está abierto desde el pasado 15 de abril, hasta el 15 de julio de 2024. En él están integradas las cooperativas Córdoba 1, Campiña Sur 1, Campiña Sur 2, Lucena 1, Vega Guadalquivir 1, Vega Guadalquivir 2, Guadiato 1 y Guadiato 2. Por su parte, el segundo periodo de incorporación, que abarcará desde el 15 de septiembre hasta el 15 de diciembre de 2024, contará con las siguientes cooperativas: Córdoba 3, Subbética 1, Puente Genil 1, Alto Guadalquivir 1, Alto Guadalquivir 2 y Pedroche 1.